Si todavía te estás poniendo excusas para ir a donde quieres llegar, e incluso más allá, te invito a que leas la historia de María Teresa.
Esto me escribió:
Querida Naylin: Fue una alegría recibir tus mails. Te cuento: tengo 83 años, vivo sola, en pareja hace 35 años, pero cada uno en su casa que dista 150 metros de la mía.
Tengo gemelos que viven desde hace 22 años fuera del país. País inestable, el mío (Argentina).
Nuca dejé de practicar yoga. Lo hago desde hace 25 años. En la pandemia dejé de hacerlo de manera presencial y lo hago en casa con algunos videos y … mi experiencia. Lo hago TODOS LOS DÍAS. Mis instructores decían que era más flexible que los alumnos de 20 o 25 años.
Cuando en un transporte público me ceden el asiento, agradezco con mi mejor sonrisa y pienso “si empezamos a movernos, a los 5 minutos yo debo atenderte a ti”.
Este mensaje es para agradecerte y para que si los “mayorcitos” se enteran, sepan que el yoga se puede hacer a cualquier edad y es maravilloso.
María Teresa
CÓMO ME FUNCIONA A MÍ
La de ser demasiado mayor es una excusa bastante usada para quedarnos paralizados y no ir a por lo que queremos.
Yo veo otras en mí, a veces.
Y cuando veo que me estoy justificando para no avanzar, PARO.
Paro y decido qué quiero alimentar.
¿Justificación o evolución?
MOMENTO AUTORREFERENTE
¿Cuál es la excusa que te pones tú para no seguir adelante, recorriendo el camino que quieres?
Te pongo ejemplos:
– No tengo tiempo
– No tengo dinero
– Estoy haciendo muchas cosas ya
– XXX me absorbe mucho tiempo
– No es mi momento
– Ya estoy donde quiero estar (bajo nivel de satisfacción)
– No veo avances
Si te resuena todo esto, te invito a que te suscribas a Yogaesmas, dejando tu email debajo.
Porque mando un email diario, que como este artículo, te puede ayudar a tomar conciencia de lo que quieres y de las excusas que te pones para no ir a por ello.
Un abrazo muy grande, corazón.
Naylín