Ahora cada día te mando un email

¿Por qué? Esa historia te la cuento debajo, pero primero, lee con atención que esto puede ser muy útil para ti:

Sé que ahora mismo estás pasando por momentos de estrés, de aceleración, de no tener claro qué hacer.

Además, que tienes poco tiempo y que quieres que terminar de leer esto rápido para pasar a lo siguiente.

Pero ya te diste cuenta de que ese modo de funcionar está haciendo que te duela la cabeza.

Que se te acelere el corazón.

Que te sientas de mal humor.

Que no puedas tener atención más de 5 minutos en una misma cosa.

Que seas incapaz de disfrutar realmente de simplemente vivir…

O hayas perdido hasta tus ganas sexuales con tantos pensamientos que rondan por tu mente.

Así que más te vale que PARES AHORA.

Mi propuesta es que te entrenes en comprender el funcionamiento de tu mente y liberarla de toda la mierda con la que carga.

Que te vacíes de lo conocido para llegar a nuevas ideas.

Que tu estabilidad interior no dependa de lo que suceda fuera.

Que te sientas en paz con lo que estás haciendo.

Y que tu vida tenga cada vez más sentido no solo en un área, sino en TODAS.

Porque realmente, como lo veo yo, no hay áreas de vida.

HAY VIDA.

Y es lo que tú te estás perdiendo con tanto estrés, con tanta velocidad. A veces incluso sin darte cuenta de ello.

Por eso envío un email al día.

Si lo quieres recibir y experimentar otra forma de vivir, deja tu correo debajo y prueba a ver si van contigo. 


En esta página hay una invitación a experimentar que otra forma de vivir es posible.

Y que es mejor.

Con más satisfacción.

Con más libertad.

Con más felicidad, si así lo quieres llamar.

Te cuento:

Mayo de 2017, nace mi hijo.

Mismo año en el que Yogaesmas (que nació en el 2012) está en su punto de más movimiento.

Más de 60mil personas recibían mis correos semanales.

Más de 800 alumnos estaban en mis cursos y programas online.

Y todo eso, con mi hijo en brazos.

Pegado felizmente a la teta.

Y por si fuera poco, habíamos abierto mi pareja y yo unos meses antes, una Escuela de Desarrollo Humano en Denia, donde vivimos.

Te soy sincera, nuestro hijo no fue concebido con la conciencia de que eso era lo que queríamos en ese momento. Él llegó.

Y aunque por suerte, tardó 9 meses en pasar “al otro lado de la piel”, no fue hasta después de un año y medio que decidí hacer un espacio para él, “de verdad”.

Me explico.

Unos meses después de que naciera, volví a trabajar.

Todo lo despacio que mi conciencia me lo permitía.

Pero aún así, me sentía muy incoherente.

Cada día más incoherente y con estrés.

Le enseñaba a mis alumnos y clientes muchas cosas de las que yo no estaba siendo ejemplo.

Y no pude más con aquello.

Decidí priorizar y prioricé la crianza de mi hijo.

Yogaesmas bajó a mínimos.

Cerramos el Centro de Desarrollo Humano.

Y durante algunos años me dediqué a experimentar DE VERDAD toda la teoría que me sabía.

La relación con mi hijo, con mi pareja, con mi madre que vivió unos años con nosotros, con la casa, conmigo misma dentro de todo aquello que era nuevo, pasaron a ser mis gurús.

Había decidido, por encima de todo, evolucionar con conciencia y coherencia.

También fueron momentos de muchísima conexión interna.

Me levantaba a las 4am para tener unas horas antes de que mi hijo se levantara para estar conmigo, en silencio, para seguir formándome.

A mi ritmo, al mejor ritmo que encontré en ese momento.

Y después, cuando él se levantaba, cuando ya amanecía, era la oportunidad de poner en práctica todo.

Hay quien cree en que la felicidad se alcanza pasando un curso de 3 días.

Hay quien opina que con tres mil formaciones de todo lo habido y por haber es que puede encontrar la luz.

Cada uno tiene su camino y para mí es perfecto.

Lo que yo he experimentado, me ha funcionado.

Y no es aliviar el estrés por un rato haciendo una clase de yoga o una meditación o un ejercicio de mindfulness.

También he pasado por ahí y no es suficiente.

Lo que te propongo es una transformación desde la base.

Y eso es lo que comparto contigo a través de mis correos diarios.


¿Vas a dejar de sufrir y comenzar a vivir una vida maravillosa gracias a mis correos?

Mira, posiblemente no. 

En cualquier caso, gracias a lo que tú hagas con ellos, es posible que como otras muchas personas, realices un cambio grande en tu vida y seas al menos, un poco más libre y más feliz. Depende de ti.

Si te animas a experimentar, nos vemos dentro.

Naylín