Entiendo que lo primero que te pasa por la mente cuando algo sale mal es querer encontrar el culpable fuera. ¿O no?
Pero piensa por un momento en esa conversación difícil que tuviste… (o que te vendría bien tener)…
¿Cómo elijes vivirla?
1- Primera opción: Pensar que la actitud de esa persona no es la correcta. Que tiene que cambiar (así tú te sentirás bien)
2. Segunda opción: Te has sentido mal con lo que esa persona ha dicho. Puede haber otra forma de ver esta situación que no te genere sufrimiento.
Ya lo sé, ya lo sé que la opción 1 es la más fácil. Pero la opción 2 te hace libre.
Tú decides.
En la quietud del lago, una persona buscaba sentirse tranquila.
Remó hasta el centro, cerró los ojos y se quedó en silencio.
La serenidad era palpable, hasta que un golpe abrupto sacudió su bote.
La ira lo invadió, listo para enfrentar al intruso.
Pero al abrir los ojos, encontró solo una barca vacía, llevada por el viento.
En ese momento, llegó una revelación:
La ira era suya, no del mundo exterior.
– «Cada vez que me enoje con alguien- pensó- recordaré que ese enfado está dentro de mí«.
Esta es la gestión emocional para empresarios que comparto y acompaño. Esa donde te haces responsable de ti.
Si quieres más de esto, deja tu email debajo y me encargaré del resto.
Un abrazo,
Naylín