Hace unos días fuimos a Córdoba.
Y dormí en una litera, en la parte de arriba.
Te voy a contar qué pensamiento pasó por mi mente que casi no me deja dormir, y cómo te puede estar quitando también el sueño.
No el pensamiento mío, sino los tuyos propios.
Así que te cuento:
Cuando era adolescente, vivía en Cuba y estuve 3 años de Instituto y 2 de Universidad (no terminé la carrera), durmiendo en una litera.
Siempre en la parte de arriba.
Siempre pegada a la ventana, porque me encantaba ver la belleza de lo que había fuera.
El entrañable mundo exterior del que disfrutaba, a veces, los fines de semana.
El mundo de dentro también lo disfrutaba, a mi manera.
A lo que iba.
Dormí en la parte de arriba en diferentes literas durante 5 años, y nunca me pasó ningún pensamiento por la mente de que me fuera a caer, ni mucho menos.
Pero ayer sí.
Mi hijo estaba en la parte de abajo de la litera.
Me dio miedo caerle encima y aplastarlo.
Podía hasta sentir la culpa por su muerte. ¿Te imaginas?
¿¿¿En serio??? – Me reía de mí misma.
¿Cómo puede ser que me esté inventando esto y que no me esté dejando dormir?
ASÍ ME FUNCIONA A MÍ
Cuando vienen pensamientos no invitados, y que además, me causan malestar, hago algo muy simple: no les doy bola.
¿Me dormí enseguida? No, pero me costó menos que antes.
¿Me vienen pensamientos así de locos muy frecuentemente?
Ahora no, pero cuando me vienen, sé qué hacer.
Porque sé cómo funciona mi mente. Vamos, que la voy conociendo cada vez más.
MOMENTO AUTORREFERENTE
¿Te vienen pensamientos que te causan sufrimiento, malestar, incomodidad?
¿Qué haces con ellos?
¿Los dejas ahí, que hagan de las suyas, sin más?
Mensajes como este que te invitan a tomar conciencia y acción coherente, envío cada día a mi lista de correos.
Si quieres ser parte de ella, puedes dejar tu email debajo.
Un abrazo grande, corazón.
Naylín