Sí, corazón, la situación puede volverse más intensa de lo que está. Es una posibilidad más. Pero si tu mente se vuelve intensa, entonces vas a ser parte del problema.
Es tu responsabilidad cómo quieres vivir este presente, si como víctima o como creador/a de la realidad que quieres vivir, independientemente de lo externo.
En esta tercera semana que comienza hoy y que agrego más prácticas, vamos a estar también más atentos a lo sutil, a lo que no se ve. Por ejemplo, a cómo estamos cuando cocinamos o comemos, a los pensamientos que alimentamos, a lo que estamos emanando inconscientemente.
Darte cuenta de cómo estás a nivel mental y emocional y en vez de sentir «pobrecita/o de mí, que venga alguien y me salve, que se acabe esto ya», experimentar una forma de ver diferente donde solo tú te puedes «salvar». Y esa salvación, Hector, tiene mucho que ver con lo que pones y dejas entrar en tu mente, lo que siembras (conscientemente o no) y riegas.
Namaste
Naylín, tu compañera de camino